Sin embargo poco a poco algo se empezó a torcer. El número de alumnos que querían incorporarse al proyecto empezó a disminuir y la percepción de su aceptación por parte de padres y alumnos comenzó a ser más negativa. Analizando los motivos durante mis últimos años en el centro y ahora desde la distancia y con la perspectiva de la situación en mi nuevo instituto, me atrevería a decir que hay un aspecto que ha sido crucial en la pérdida de credibilidad del proyecto en ese centro: LA INFLUENCIA NEGATIVA DEL ENTORNO.
Con ello me refiero a una campaña de desprestigio por parte del centro de Educación Primaria, que en los primeros años fue de apoyo. Por motivos que desconozco la publicidad en este centro comenzó a ser absolutamente negativa hacia los padres. No en cuanto a cómo se estaba desarrollando en nuestro centro, sino en cuanto a los beneficios de seguir un programa bilingüe en general.
A esto hay que añadir que incluso algún miembro del profesorado del claustro del instituto que reside en la localidad, contribuían a esta campaña. Todo esto ha hecho mella en la situación actual del proyecto y de ahí que la idea principal de mi experiencia sea precisamente la importancia de entorno en el éxito de un programa bilingüe.
Las posibles soluciones a esta situación son complicadas, pero en mi opinión pasan por que la administración se implique y consiga que, en este caso, el centro de primaria se una al proyecto bilingüe implantándolo también y todos remen en la misma dirección.
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